Rango fósil: Mioceno tardío – Presente | |
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C. canadensis en Calgary, Alberta, Canadá. | |
Clasificación científica | |
Reino: | Animalia |
Filo: | Chordata |
Clase: | Mammalia |
Orden: | Rodentia |
Familia: | Castoridae |
Género: | Castor Linnaeus, 1758 |
Distribución | |
Distribución de C. canadensis. | |
Distribución de C. fiber. | |
Fósiles de C. californicus | |
Especies | |
Los castores (género Castor) son un grupo de roedores semiacuáticos nativos de América del Norte y Eurasia que se caracterizan por sus amplias y escamosas colas. Este género, de todos los que pertenecen a la familia Castoridae, es el único no extinguido en su totalidad, y engloba tres especies: el castor americano (Castor canadensis), el castor europeo (Castor fiber) y el castor de Kellog (Castor californicus), éste último extinguido desde el Pleistoceno. Todas ellas habitan exclusivamente en el Hemisferio Norte, excepto algunos castores americanos que llegaron a la región sudamericana de Tierra del Fuego al ser allí introducidos. También se introdujeron individuos de esta especie en ciertas regiones de Europa. Con estas excepciones, Castor canadensis habita únicamente en Norteamérica, y Castor fiber en regiones de Europa y Asia. Castor californicus se extendía por lo que hoy en día es el oeste de los Estados Unidos. Aunque son muy similares entre sí, las investigaciones genéticas han demostrado que las poblaciones europeas y norteamericanas de castores son de especies distintas; la principal diferencia radica en que tienen diferente número de cromosomas.
Estos animales son conocidos por su habilidad natural para construir diques en ríos y arroyos y sus hogares —llamados madrigueras— en los estanques que se crean a causa del bloqueo del dique en la corriente de agua. Para la edificación de estas estructuras, utilizan principalmente los troncos de los árboles que derriban con sus poderosos incisivos. A pesar de la gran cantidad de árboles que talan, los castores no suelen perjudicar el ecosistema en el que viven, por el contrario, lo mantienen saludable, pues sus diques proveen una gran cantidad de beneficios; entre otras cosas, estas barreras propician la creación de humedales, ayudan a controlar inundaciones y eliminan contaminantes de la corriente. No obstante, en ecosistemas extraños para ellos, estas modificaciones al ambiente pueden ser perjudiciales, como ha sucedido, por ejemplo, con los castores introducidos en Tierra del Fuego y en las comunidades españolas de Navarra y La Rioja.
Desde hace cientos de años, los castores forman parte de la cultura popular y en algunos casos han tenido una gran influencia en el desarrollo de las sociedades humanas. Un ejemplo de esto es su importancia en la colonización europea de América, pues la búsqueda de sus pieles fue uno de los factores que impulsaron la exploración y el posterior desarrollo económico de Norteamérica. Esto fue debido al valor comercial de sus pieles y de otros productos obtenidos de ellos, como el castóreo. También es un elemento muy representativo de la cultura de Canadá, a tal grado que es el animal nacional de aquel país. Por tanto, la influencia de los castores no se limita al sector económico y comercial, también abarca campos tan variados como la literatura, la religión y el deporte.
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[editar] Morfología
Los castores están emparentados con las ardillas (familia acosta Sciuridae), ya que cuentan con ciertas características estructurales semejantes en el cráneo y en la mandíbula inferior. También están estrechamente relacionados con un pequeño roedor sudamericano llamado coipo. Son los segundos roedores más grandes del mundo, después del capibara, y los más grandes del Hemisferio Norte.[1] [2]Estos animales continúan creciendo durante toda su vida. El peso medio de los adultos es de 16 kg, y aunque los especímenes de más de 25 kg no son comunes se han encontrado ejemplares que han alcanzado los 40 kg.[3] Las hembras, llegan a ser tan grandes o incluso más que los machos de su misma edad, lo que es inusual entre los mamíferos. Generalmente miden unos 30 cm de alto por 75 cm de largo, sin contar la cola, que mide unos 25 cm de longitud por 15 cm de ancho;[2] [3] [4] todos estos valores, no obstante, varían según diversos factores, incluyendo la edad y especie del individuo.
La cola es de forma ovalada y aplanada, y se encuentra conformada por pequeñas escamas de forma hexagonal y de color negro.[2] Las mismas se encuentran yuxtapuestas y no imbricadas, es decir, no se superponen unas sobre otras.[2] Su cuerpo está cubierto con un espeso pelaje al que le deben su enorme valor comercial; éste se divide en dos tipos: uno sedoso y de color grisáceo, y otro mucho más áspero y largo, y de un tono marrón. Además de ser impermeable, la capa de pelo actúa como abrigo.[1]
Cuentan con cuatro incisivos muy fuertes y afilados[5] —los cuales son de color naranja debido a que tienen un esmalte que los endurece—[2] [5] y que les sirven para roer la madera con la que se alimentan y construyen sus estructuras. Un castor adulto puede cortar un trozo de madera de 30 cm de grosor en unos 15 minutos con su poderosa dentadura.[6] Ya que estos dientes nunca dejan de crecer, es de vital importancia que los utilicen constantemente, o de otra forma los incisivos de la parte superior les atravesarían la mandíbula inferior.[5]
Los castores tienen las patas traseras palmeadas, mientras que las delanteras, cubiertas de un pelo más negro, son semejantes a manos, cada una con cinco dedos bien desarrollados.[1] [2] Los dedos de sus extremidades traseras, en cambio, se encuentran unidos por una membrana.[2] [7] Los castores no tienen buena vista, aunque pueden ver bajo el agua gracias a una membrana nictitante, un tercer párpado, lateral y transparente, que cubre sus pequeños ojos. Además cuentan con buenos sentidos del oído, olfato y tacto. Mientras están sumergidos se cierran sus orificios nasales y sus pabellones auditivos para impedir la entrada de agua. Gracias a su sistema respiratorio, un castor puede permanecer bajo el agua hasta quince minutos sin tener que salir a tomar aire.[1]
Los castores son lisencefálicos, es decir, tienen el cerebro liso. No obstante, cuentan con una corteza cerebral que los hace especiales entre los roedores. Esta espesa corteza cerebral es lo que ha hecho que se sitúe a los castores por encima de todos los demás roedores en cuanto a inteligencia se refiere.[1]
[editar] Clasificación
El género Castor es uno de los más de treinta géneros clasificados dentro de la familia Castoridae. Dado que hay más de 2.200 especies de roedores, las especies de este género representan aproximadamente el 0,13% del total de especies que conforman el orden Rodentia. Los castores se encuentran clasificados dentro del reino de los animales debido a que son organismos eucariotas, pluricelulares y heterótrofos, con desarrollo embrionario y capacidad de locomoción; en el filo de los cordados, ya que cuentan con una notocorda, que es el principal sostén de su cuerpo, y en su caso se trata de la columna vertebral; dentro de la clase de los mamíferos, pues son seres vertebrados, amniotas, de sangre caliente, con glándulas mamarias y pelo; en el orden de los roedores, el más numeroso de los mamíferos, ya que cuentan con dos incisivos en sus mandíbulas superior e inferior, mismos que se encuentran en constante crecimiento; y dentro de la familia de los castóridos, la cual incluye a los castores modernos y sus parientes primitivos, todos ellos caracterizados por ser semiacuáticos, tener patas traseras palmeadas y grandes colas aplanadas y escamosas.[editar] Especies
El género Castor incluye a 3 especies: Castor fiber, Castor canadensis y Castor californicus.[editar] Castor fiber
El castor europeo (Castor fiber) habita en las regiones frías de Eurasia, principalmente en Rusia. Es un poco más pequeño que su pariente americano.[8] Desde la antigüedad fueron cazados, comprometiendo su supervivencia. En algunos países donde antes vivían, como España y el Reino Unido, fueron erradicados debido a esta cacería desmedida, y aunque en la era moderna la especie se encuentra ligeramente amenazada,[9] cada vez son más los esfuerzos realizados para restablecer sus poblaciones en todo el continente, por lo que la población de esta especie va en aumento.[9] Se calcula que su número ronda los 600.000 individuos.[10] Para colaborar en este proyecto de repoblación, algunos organismos, como la Unión Europea (UE), y acuerdos internacionales, como el Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies de Fauna y Flora Salvaje Amenazadas (CITES), administrado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), se encargan de proteger a este roedor.[11][editar] Castor canadensis
El castor americano (Castor canadensis), también llamado simplemente "castor" en Norteamérica, es el mayor roedor del Hemisferio Norte y cuenta con 25 subespecies. Habita en las regiones predominantemente frías y boscosas de Canadá, Estados Unidos y, en menor medida, México. No obstante, también se ha introducido la especie en otras regiones, destacándose Tierra del Fuego y la Península Escandinava. En Finlandia han convivido directamente con castores europeos, e incluso se llegaron a cruzar algunos ejemplares de ambas especies.[1]Este animal con frecuencia es cazado por su piel. A principios del siglo XIX, la caza acabó con ellos en una buena parte de su área de distribución original. Los pobladores nativos y primeros colonos además comían su carne. Gran parte de la exploración inicial de América del Norte fue impulsada precisamente por la búsqueda de la piel del castor americano.
Esta especie es más abundante que la europea y su población se estima entre los 10 y 15 millones de ejemplares, aunque originalmente pudo haber habido diez veces esa cantidad de castores en Norteamérica, antes de los días del comercio de pieles. A pesar de este declive, no se considera a la especie en peligro de extinción.[12]
[editar] Castor californicus
El castor de Kellogg (Castor californicus, también llamado Castor accessor) vivió entre el Mioceno y el Pleistoceno en el oeste de América del Norte.[13] Era muy similar al castor americano, pues también era semiacuático, aunque de mayor tamaño. Se han encontrado fósiles de esta especie en Estados Unidos, principalmente en el estado de California, y en México.[editar] Diferencias entre especies
A pesar de que el castor europeo y el americano son muy parecidos entre sí —tanto que algunos los han considerado variedades de una misma especie—,[4] las dos especies se diferencian en algunos aspectos. Algunas de estas características son morfológicas, mientras que otras están relacionadas con su comportamiento. La principal diferencia morfológica entre ellas se encuentra en sus huesos nasales.[4] Otra característica que marca la diferencia es el diferente número de cromosomas de cada especie.[14] Este hecho impide que miembros de diferentes especies de castores puedan cruzarse entre sí.[14] En la siguiente tabla se comparan los rasgos distintivos más sobresalientes:Característica | Castor fiber | Castor canadensis | ||||||||||
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Tamaño del cráneo | Menor | Mayor | ||||||||||
Hoyo nasal en el cráneo | Triangular | Cuadrado | ||||||||||
Dimensiones de la cola | Más estrecha | Más amplia | ||||||||||
Tamaño corporal | Ligeramente más pequeños | Ligeramente más grandes | ||||||||||
Tamaño promedio de la camada | 2-3 crías | 3-4 crías | ||||||||||
Construcción de diques | Menos desarrollada | Más sofisticada | ||||||||||
Posición de la madriguera | Cerca de las orillas | Lejos de las orillas | ||||||||||
Marcas de olor | Más pequeñas | Más grandes | ||||||||||
Competitividad | Menos competitivo | Más competitivo | ||||||||||
Cromosomas | 2n = 48 | 2n = 40 | ||||||||||
Fuente: Biology @ Davidson[15] |