La princesa estaba muy triste, lloraba tanto que hizo una minipiscina. Pero un día, llego un mago a la corte, era el mago Samuelini el mejor mago del mundo. El rey le dijo que si hacía reír a la princesa le daría toda su fortuna,
!Incluso su corona de diamantes!
Samuelini aceptó encantado y dijo que al día siguiente a las seis haría una actuación. Samuelini sabía que no iba a ser nada fácil hacer reír a la princesa así que ideo un plan: echaría un escarabajo pelotero en el vaso de cada uno de los invitados menos en el de la princesa, y cuando bebieran, la princesa empezaría a reír a carcajadas.
Ya era el gran día de la actuación todos estaban felices, bueno, todos menos la princesa. Prepararon todo: el escenario, las sillas y Samuelini sin que se enterara nadie echó los escarabajos en los vasos. La actuación empezó, el rey les dijo a los invitados que bebieran y cuando bebieron solo se oyó. ¡Ag, qué asco!
Y la princesa empezó a reírse y nunca más lloró. Y Samuelini se forró.
FIN
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